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Conformado por dos poblaciones vecinas contrastantes, con estilos de vida diferentes. Ixtapa, de vocación totalmente turística con hoteles modernos y Zihuatanejo, puerto de pescadores rústico y pintoresco que conserva techos de madera cubiertos de teja. Buena combinación de sol y playa, descanso y práctica de actividades en el mar, que ha cobrado fuerza en el gusto de adultos contemporáneos y bohemios que buscan diversión, ya sea en plan romántico o con amigos, en familia con niños pequeños, o relajarse consintiéndose en un spa. Destino ideal para los amantes de la naturaleza y los deportes acuáticos, pudiéndose practicar senderismo, ciclismo de montaña, buceo, surf, windsurf, kayak, rapel, y liberación de tortugas en Cerro Viejo, Punta Ixtapa, playas La Ropa, El Palmar, La Saladita, Petacalco y Las Gatas; Laguna de Potosí, Cueva del Tigre, Parque Ecológico Escollera y el Delfinario. Es un paraíso para quienes gustan de la pesca deportiva mar adentro, pues encontrarán ejemplares de pez vela, dorado, atún cola amarilla, robalo, así como marlín azul y negro de gran tamaño. Tiene una creciente actividad cultural que incluye el Museo de Arqueología, en la playa principal de Zihuatanejo, y la zona arqueológica La Soledad de Maciel, también conocida como “La Chole”, en la que se están restaurando pirámides y cuyo museo de sitio expone reliquias encontradas en el lugar. Marina Ixtapa y Palma Real son sus exclusivos campos de golf. Su oferta de restaurantes está en franco desarrollo, degustando así la cocina regional a base de frescos pescados y mariscos marinados con sal y limón, siendo este su estilo tradicional de preparación. No pierda ocasión de gozar del atardecer en un recorrido en yate desde la Marina Ixtapa, así como de la diversión de su animada vida nocturna.